
Las víctimas del ataque en San José de Mendoza, en Salamanca, eran integrantes de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Irapuato y participaban activamente en diversas actividades religiosas.
De acuerdo con la autoridad eclesiástica, los fallecidos eran miembros comprometidos con la vida parroquial y servían en distintos actos dentro de la comunidad.
Entre ellos se encontraban Bruno Jesús, Miguel Ángel, Daniel, Juan Flavio, Fernando y dos adolescentes, quienes perdieron la vida en el ataque.
La Pastoral Juvenil manifestó su profundo pesar por la pérdida de estos jóvenes, quienes con su servicio y fe contribuían al fortalecimiento de la comunidad religiosa.
Asimismo, la Iglesia hizo un llamado urgente a la justicia y a la paz, y condenó los hechos violentos que siguen ocurriendo en el país.
En un gesto de unidad y solidaridad, la Iglesia joven se reunió en oración por el eterno descanso de los fallecidos, pidiendo consuelo y fortaleza para sus familias, así como por la paz en la comunidad y en todo el territorio nacional.