«Polvo eres y en polvo te convertiras, arrepientete y cree en el evangelio».
La frase con la que los fieles católicos, acuden en búsqueda de la absolución de sus pecados y la redención de la vida humana ante el creador.
Este miércoles 14 de Febrero, dio inicio oficialmente la cuaresma, previa a la celebración de la Semana Santa. Cientos de salmantinos, acudieron a los templos de la localidad, a recibir la imposición de ceniza, tradicional acto de Fé, celebrado siempre en día miércoles.
Este día, marca el inicio de la cuaresma, el inicio de la Cuaresma (los 40 días en los que los católicos se preparan para la pasión, muerte y resurrección de Jesús).
Cada año, el Miércoles de Ceniza se dejan ver por las calles miles de católicos con esta señal en su cara pero, ¿qué significa o qué es Miércoles de Ceniza?
Las cenizas, resultado de la quema de las palmas del Domingo de Ramos del año anterior, se imponen sobre los católicos como un recordatorio de que la vida terrenal es temporal: “La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentre en el cielo”,
Al igual que la mayoría de tradiciones de la Iglesia católica, su origen está ligado al Judaísmo: en la antigüedad, estos tenían por costumbre cubrirse con cenizas cuando habían pecado o si se preparaban para una fiesta importante. Era un símbolo “de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios”, agregan en dicho portal web. La Iglesia católica adoptó esta práctica y, al principio, solo los “penitentes que comenzaran su penitencia pública” recibían la ceniza.
Este año en Salamanca, los fieles no dejaron de visitar los templos para recibir la imposición de este símbolo, en algunos templos colocado en frente y en otros más, a la altura central del cráneo.
Al ser el Miércoles de Ceniza el inicio de la Cuaresma, y la cuaresma el tiempo de preparación para la Pasión de Cristo mediante la reflexión, la Iglesia católica pide a sus feligreses que oren y realicen ciertos sacrificios: el ayuno y la abstinencia tanto el Miércoles de Ceniza como todos los viernes posteriores hasta el Domingo de Resurrección.