Antecedentes históricos, apuntan que, en Salamanca, la devoción por la imagen del cristo negro, va más allá que la fe en cuestiones humanas y de salud, pues la imagen del señor del hospital, también ha sido venerada para interceder, por las cuestiones climatológicas.
De acuerdo a los registros del cronista de la ciudad Juan José Rodríguez Chávez, en dos ocasiones, la imagen del cristo negro, ha sido sacada de su altar en el templo mayor, por petición de los campesinos, para pedir su intervención con la lluvia.
La fe de los salmantinos ante la imagen del Cristo, es la máxima expresión de la devoción que han tenido los oriundos con la imagen del señor crucificado, el cual en dos ocasiones ha sido intercesor, para pedir por la mejora de las condiciones climatológicas.
Este 2024, un año particularmente caluroso y viene arrastrando antecedentes de sequía, puede ser la oportunidad para que el Cristo vuelva a recorrer las calles de Salamanca y pedir que las lluvias lleguen. Aunque la solicitud aún no ha sido presentada por campesinos, el párroco del señor del hospital, Sergio González López, no descartó que la figura pueda salir nuevamente del templo, para realizar los rituales de invocación a la lluvia.
La primera vez que el Cristo salió del templo para recorrer y auxiliar a los creyentes católicos de Salamanca, fue en el año de 1912, durante una inundación total, qué derrumbó casas edificios y decenas de cultivos de aquel entonces, cuando Salamanca no era una ciudad completamente industrializada. Los datos compartidos por el cronista de la ciudad, indican que durante ese recorrido, del cual la intención era, pedir el auxilio divino para que dejara de llover, durante el recorrido con las plegarias, se empezó a notar el despliegue ligero de las nubes, dejó de llover y comenzó a bajar el nivel del agua que inundó la ciudad.