Ramón Campos Almaguer, es un salmantino, dedicado a la venta u fabrica artesanal de piñatas, sale todos los días a las calles de la ciudad, a buscar su sustento, acompañado solamente de su bastón y sus ganas de salir adelante.
Ramón, perdió la vista hace más de 10 años a consecuencia de un desprendimiento de retina.Su familia se han encargado de apoyarlo y cuidarlo, pero aún, con su condición, se siente fuerte para irse a trabajar todos los días.
La falta de su vista, no ha sido un impedimento para perfeccionar la técnica de elaborar de piñatas, las cuales, ofrece en $50.00 pesos con variedad de modelos y las cuales, ofrece desde el mes de Septiembre hasta Diciembre.
Vender estos artículos, es su único sustento, pues al no existir conciencia sobre la inclusión laboral en Salamanca, se ha visto limitado a esta actividad, además, de que tampoco ha sido apoyado, por ningún nivel de gobierno con algún apoyo para su persona.
Con el apoyo de una de sus hijas, el aeñor Ramón, dedica más de 15 horas a la semana, comprando, recortando, decorando y fabricando sus piñatas, que ofrece en todo el centro, las cuales exhibe en un bastón de madera donde las cuelga.
El señor Ramón señala que en Salamanca hace falta mucha cultura de concientización y de inclusión a las personas no visuales no solamente de la sociedad en general sino también de los niveles de gobierno quienes no se han dado a la tarea de poner atención a las necesidades de este sector pues reconoció, que tan solo en la vía pública no hay espacios para su desplazamiento, ninguna zona en el municipio cuenta con cuadros podotáctiles, este tipo de suelo qué contiene relieves, que ayudan a las personas invidentes junto con su bastón a saber ubicarse en el espacio.
Señaló además, que hace falta mucha cultura escolar y vial, pues los ciudadanos desconocen casi en su mayoría, el tipo de señas que las personas invidentes utilizan comunicarse en actividades cotidianas como; cruzar la calle, tomar el autobús, hacer la parada a un medio de transporte, o simplemente, pedir ayuda.
El señor Ramón, comentó en entrevista, que en varias ocasiones, se ha acercado a los institutos y a la propia presidencia municipal para solicitar que se coloquen semáforos auditivos, pues esto, facilitaría el desplazamiento de las personas con esta discapacidad, sin embargo, su petición no ha sido tomada en cuenta.
No obstante, todas estas dificultades con las que se ha enfrentado en el camino, no lo han detenido, pues además de dedicarse a las artesanías, también es instructor de Braille, el idioma en que las personas con discapacidad visual, pueden comunicarse a través del palpamiento de texturas con sus dedos.
Compartió que para el mes de Enero, iniciará un nuevo grupo para las personas que estén interesadas en conocer este lenguaje, por lo que proporcionó sus datos si algún miembro de la ciudadanía salmantina está interesado en aprender, pues no tiene ningún costo y es solamente con el apoyo que los salmantinos quieran retribuir a su persona.