La enfermedad de Chagas es una enfermedad infecciosa causada por un parásito protozoario (Trypanosoma cruzi). Sin embargo, esta afección es el resultado de un problema de salud complejo típico de las enfermedades tropicales desatendidas y de las enfermedades socialmente determinadas. Un diagnóstico erróneo o tardío con un tratamiento y seguimiento inexistentes o incompletos puede hacer que esta infección sea potencialmente letal.
La enfermedad se puede transmitir a través de triatominos (vía vectorial), así como por vía oral (por los alimentos), durante el embarazo o parto (transmisión congénita), a través de la sangre o de productos sanguíneos, por trasplante de órganos y por accidentes de laboratorio.
La enfermedad de Chagas es curable si el tratamiento antiparasitario se inicia precozmente, en la fase aguda. En infecciones crónicas, el tratamiento y el seguimiento pueden prevenir o frenar la progresión de la enfermedad y evitar la transmisión, por ejemplo, durante el embarazo y el parto.
El Doctor Marcos Godínez, encargado del área de epidemiología, señaló que en la jurisdicción sanitaria se han detectado dos posibles casos de contagio por Chagas, esto luego de que dichas personas, intentaron realizar una donación de sangre, siendo entonces cuándo se les detectó la infección, es por ello que exhortan a la población salmantina a realizarse un análisis, pues los síntomas tardan en aparecer.
En Salamanca, existe un caso positivo controlado, mientras que los casos sospechosos, se encuentran en los municipios de Valle y Moroleón.
Indicó que las primeras apariciones, van luego de tener contacto con la madre que el triato del del vector, la cual se encuentra en el excremento de la chinche, esta, chupa la sangre, no produce dolor, solo causa comezón al momento de que chupa sangre en ese momento y el vector defeca sobre la piel, al momento de rascarnos, inocuramos, y es en ese momentos que este parásito, nos deja ahí.
La enfermedad de Chagas tiene dos fases. La fase aguda inicial dura unos dos meses tras la infección. Aunque un gran número de parásitos pueden circular en la sangre, en la mayoría de los casos no aparecen síntomas o estos son leves e inespecíficos (fiebre, dolor de cabeza, ganglios linfáticos agrandados, palidez, dolor muscular, dificultad para respirar, hinchazón y dolor abdominal o torácico). Con mucha menor frecuencia, las personas picadas por un triatomino presentan los signos iniciales visibles característicos, que pueden ser una lesión cutánea o una hinchazón amoratada de un párpado.
El encargado del rociado interno domiciliario perteneciente al grupo de vectores, Óscar Fernando Banda, mencionó qué, las estrategias clave para prevenir la enfermedad de Chagas incluyen el control de vectores, como el rociamiento en domicilios, el tamizaje de la sangre antes de transfusiones y trasplantes; la realización de pruebas y el tratamiento de las niñas, las mujeres en edad reproductiva, y los recién nacidos y otros hijos de madres infectadas; e información, educación y comunicación para las comunidades y los profesionales de la salud.