Constantemente, ciudadanos mantienen quejas por las cantidades de cable de fibra óptica, que las empresas de telecomunicaciones, dejan regados en los postes y calles de la ciudad.
Sobre todo en la zona sur, donde comienza a emigrar la cobertura de telefonía e internet de diversas compañías, es común encontrar metros de este cable, enredado o tirado, a un costado de los postes de concreto.
Gonzalo Jiménez, un adulto mayor que todas las tardes utiliza el camellón de la ciclovía de avenida Valle de Santiago para hacer ejercicio, señala que es «un fastidio», encontar estas extensiones distribuidos entre las banquetas, o mal colgados, lo que dijo, en su propia experiencia, le ha ocasionado tropiezos.
Dijo, que en oportunidades que ha tenido, ha comentado a los trabajadores de dichas empresas, llevarse su material después de realizar sus labores, sin embargo, sus peticiones han sido ignoradas.
Aunque este tipo de cable, cuenta con plástico aislante y no genera un riesgo de electrocución, sí genera un riesgo de lesión en alguna zona superior; cabeza, cuello, ojos o, nariz, además de que genera contaminación visual.