SALAMANCA, GTO. – Pese a la tragedia ocurrida este martes en el municipio vecino de Irapuato, donde la explosión de un puesto de pirotecnia dejó heridos y daños materiales, en el centro de Salamanca la comercialización de pólvora continúa a plena vista de las autoridades y de los sistemas de videovigilancia.

El espejo de la tragedia: Explosión en Irapuato
La mañana de este martes, el pánico se apoderó del tianguis de la colonia San Isidro, en Irapuato. La explosión de un puesto de pirotecnia en la calle Benito Juárez dejó un saldo de dos personas con quemaduras de primer grado y otras dos lesionadas por caídas.
El estallido no solo provocó heridas físicas, sino también daños estructurales en comercios aledaños, afectando cristales, chapas y mercancía. Al lugar acudieron elementos de la Defensa, Guardia Nacional, Protección Civil y Bomberos, quienes tras controlar la situación, detectaron que la venta de pólvora se extendía a otros puestos del tianguis. La escena quedó a cargo de las autoridades federales para la investigación correspondiente.
Salamanca: Omisión frente a la cámara de vigilancia.
A pesar de este antecedente inmediato, en la Zona Centro de Salamanca el ambulantaje desafía las normas de seguridad. A tan solo una cuadra de la Presidencia Municipal, se ha reportado la venta de pirotecnia ilegal camuflada entre artesanías, cajas y bolsas de mercancía.
El punto crítico se ubica en la esquina de la calle Tomasa Esteves, a un costado de una sucursal bancaria. Se trata de un área de flujo constante de civiles y elementos de seguridad, donde incluso los puestos operan directamente frente a una cámara de vigilancia del C5.
Un riesgo latente.
La presencia de estos artefactos explosivos en una zona tan transitada y cercana a edificios públicos representa un riesgo mayor para la población. Mientras en Irapuato las autoridades ya atienden las consecuencias de un siniestro, en Salamanca la ciudadanía cuestiona la falta de operativos preventivos y el aparente descuido de los monitoristas del C5, quienes tienen vista directa a los puntos de venta ilegal en el primer cuadro de la ciudad.