
A pesar del desconcierto económico que prevalece en gran parte del mundo, el obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, afirmó que se vive una época de mercado total, donde lo decisivo es ganar dinero, adquirir prestigio y acumular bienes, como una nueva religión, con nuevos adoradores, templos y ritos.
En pocas palabras, expresó que la gente ha convertido el mercado monetario en una religión, en todo el mundo, al jugar con el valor de la mercancía y de las personas.
“Donde se vende, se compra, se engaña y se pierde, vivimos una civilización que tiene como centro de pensamiento y de actuación, el anhelo de ganar y tener dinero”, dijo.
Díaz Díaz añadió que el dinero se ha metido en el corazón de las personas, pervirtiendo el sentido de la vida y del tiempo.
“Por dinero se es capaz de sacrificios, de renuncias, de cambio de criterios, de partidos e ideologías”, añadió.
El representante de la Iglesia Católica en Irapuato recalcó que hoy en día hay mercaderes de niños y de sexo, así como personas que negocian con la vida, con los órganos humanos y con los anhelos más profundas, además de traficantes de drogas que matan el alma y el cuerpo.
“Que destruyen pueblos y asesinan familias en su loca ambición de más y más, dinero. Se medra con el hambre y la sed, con las necesidades de las personas, vaya ahorita con la escasez del agua y cómo se negocia con el agua, sin importar las personas, todo se hace en aras de un nuevo Dios, llamado dinero, dólar o euro, y esto no está lejos, es nuestras familias, con los candidatos, con los gobernantes, entre amigos y conocidos, en el mismo hogar”, finalizó.