
En la misa de acción de gracias por el 477 aniversario de Irapuato, el obispo, Enrique Díaz, pidió trabajar de manera unidad para tener una ciudad agradable.
Díaz recalcó que el diálogo será fundamental para generar acuerdos y enfrentar los retos.
El obispo comentó que hay retos como la falta del agua y la violencia, que tienen que superarse.
“Tenemos que mirarnos con tranquilidad, con una realidad y compromiso de trabajar todos juntos”.
Añadió que una ciudad agradable se va a lograr con la responsabilidad y sabiduría de los gobernantes, así como con la honestidad y trabajo de los habitantes.
El prelado dijo que la entrega y el compromiso de todos, harán que el nombre de Irapuato brille, pese a las dificultades.
“Nos echan en cara la violencia y la inseguridad, es cierto, pero es una tarea de todos juntos, es algo que tenemos que trabajar y luchar todos juntos”, finalizó.