En el contexto de la celebración navideña y ante el clima de inseguridad que se vive en la región, el obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, hizo un llamado tanto a las autoridades como a quienes ejercen la violencia para asumir su responsabilidad y permitir que el mensaje de paz del Niño Jesús toque sus corazones.
El prelado subrayó que la Navidad representa la presencia de Cristo y una oportunidad para reflexionar y cambiar conductas, especialmente para quienes hacen el mal, al tiempo que insistió en que las autoridades no pueden evadir su obligación de garantizar la seguridad.
“Yo creo que es un llamado a las autoridades, y no podemos estar sometidos a la violencia, y también es una invitación a quienes hacen el mal, a Navidad es la presencia de Cristo, déjense tocar por este niño que viene a traer paz, déjense tocar por este niño que busca salvar”, dijo.
El obispo compartió que en días recientes se ha percibido con mayor fuerza la inseguridad en comunidades de la región, y citó como ejemplo lo ocurrido en Las Jícamas, en el municipio de Valle de Santiago, donde la fiesta patronal se vio marcada por la ausencia de ambiente festivo.
“Otros años tienen una fiesta con exceso de música, de juegos y de muchas cosas, y no había un solo puesto, no había música, sí hubo la fiesta religiosa, sí hubo confirmaciones, bonita y sentida, pero con un dolor de los acontecimientos que se han vivido”, expuso.
Finalmente, Enrique Díaz Díaz reconoció que la inseguridad ha obligado a muchas familias a replegarse en sus hogares, aunque advirtió que la violencia no siempre se queda afuera.
“Pero a los hogares llega la violencia aunque no salgamos, en varios lugares han entrado a las casas a hacer daños”, finalizó.