
En la misa dominical por el Día de la Familia, el obispo Enrique Díaz ofreció un mensaje reflexivo sobre la importancia de la familia como base de los valores, el respeto y el amor.
En su homilía, destacó cómo las experiencias cotidianas en el núcleo familiar son esenciales para aprender a convivir, compartir y respetar las diferencias.
Díaz Díaz recalcó que en familia se aprende el amor a la verdad, el cariño con los demás, a compartir y a respetar que somos diferentes.
“Ahí se participa de la hermandad que da el ser familia”, expresó el obispo, haciendo un llamado a reflexionar sobre el papel de la familia en la sociedad actual.
Díaz lamentó que la falta de unión y que los conflictos al interior de las familias estén dejando heridas profundas en la sociedad.
Subrayó que la destrucción del núcleo familiar ha derivado en una falta de respeto por la vida, desde los niños que llegan al mundo hasta los ancianos que ya no pueden trabajar y a menudo son olvidados.
“No podemos permitir que se destruya la familia. Es ahí donde aprendemos a vivir en comunidad, a respetarnos y a cuidarnos mutuamente. Hoy más que nunca necesitamos mirar a la Sagrada Familia como modelo de unidad y amor”, agregó.
El obispo también recordó a los fieles que, pese a los retos actuales, es posible fortalecer los lazos familiares y promover valores que beneficien tanto a las nuevas generaciones como a toda la sociedad.
Su mensaje concluyó con un llamado a la esperanza y al compromiso de reconstruir los vínculos familiares desde el amor y el respeto.