
En su mensaje dominical, el obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, criticó la dinámica social que concentra riqueza en unos cuantos y deja fuera a miles de personas.
Y afirmó que las brechas entre el pobre y el rico son cada vez más extensas, aunque se diga lo contrario.
“El Evangelio no nos permite quedar indiferentes al contemplar a tantos hermanos nuestros que viven en extrema pobreza. Quedan excluidos de la sociedad, no son tomados en cuenta, sino sólo en momentos de elecciones o cuando necesitan el apoyo de los grupos políticos”, expresó.
El obispo comparó la realidad actual con la parábola bíblica, donde el rico tiene más y el pobre tiene menos.
“La mesa del rico epulón, cada vez más grande, tiene más manjares, más sofisticados, pero tiene menos comensales. Y la cantidad ingente de Lázaros tirados a la puerta del nuevo sistema es cada día más grande”, añadió.
Asimismo, el pelado advirtió que el fenómeno ha dejado de ser solo de explotación u opresión, sino una exclusión social.
“Los obispos reconocían que este gran abismo que se va creando entre pobres y ricos ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y opresión, sino de algo nuevo, la exclusión social.Los excluidos no son solamente explotados, sino son sobrantes y desechables”, subrayó.