
Enrique Díaz Díaz, obispo de Irapuato, hizo un llamado a las autoridades y a la sociedad a reconocer la magnitud del problema de los desaparecidos en México y a no ocultar las cifras.
En su rueda de prensa dominical, recalcó la necesidad de ser sensibles ante el dolor de los familiares de las víctimas y enfatizó que no se puede ignorar esta realidad ni minimizarla.
“Uno dice, no se puede ser insensible al dolor de los familiares de los desaparecidos. Y no se puede simplemente ignorar y decir que no hay”.
“Se tiene que buscar un seguimiento, tanto para la búsqueda, que sea una búsqueda efectiva, como para la atención de los familiares que viven una situación muy difícil para aceptar la ausencia de un ser querido, que no se comprende si está vivo o está muerto, y que esto implica un dolor muy grande, muy profundo”, añadió.
El obispo de Irapuato subrayó que es fundamental llevar a cabo una búsqueda efectiva de los desaparecidos y brindar atención adecuada a las familias que sufren la incertidumbre de no saber si sus seres queridos están vivos o muertos.
Asimismo, el líder religioso urgió al nuevo gobierno y a las autoridades a enfrentar con seriedad esta problemática que afecta a la comunidad y a no maquillar las estadísticas.