
En medio de un clima de tensión por las recientes protestas contra las políticas migratorias en Estados Unidos, el Obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, hizo un llamado a la comprensión y al respeto hacia las personas migrantes.
El prelado recordó que la mayoría de los migrantes son personas trabajadoras que fortalecen a las comunidades donde viven y no deben ser señaladas por los actos de unos cuantos.
En su mensaje, el obispo respaldó las palabras del arzobispo de Los Ángeles, Monseñor José Gómez, quien señaló que, si bien algunas personas migrantes pueden cometer delitos, la gran mayoría tiene un impacto positivo en la sociedad.
Díaz Díaz advirtió que es necesario distinguir entre los actos individuales y la condición migratoria de una persona.
Agregó que cada persona, independientemente de su origen, debe ser juzgada por sus acciones y no por su estatus legal.
“Es verdad que nadie desea la presencia de delincuentes en sus comunidades, es necesario distinguir que, aunque algunos migrantes indocumentados, como toda persona, cometa algún acto delictivo, no todos los migrantes indocumentados son delincuentes”, dijo.
El obispo también insistió en que el tema migratorio debe abordarse desde una perspectiva humana y cristiana, y subrayó que la fe llama a ver en cada migrante a un hermano.
En ese sentido, pidió que se impulsen mecanismos legales más eficientes y justos que ofrezcan verdaderas soluciones, en lugar de medidas que solo agravan la crisis.
Desde la óptica de la Iglesia, dijo, todos están llamados a promover contextos que salvaguarden la dignidad de las personas, sin importar su nacionalidad o situación migratoria.