
Durante su mensaje dominical, el obispo Enrique Díaz Díaz pidió a la sociedad no normalizar la violencia ni permanecer indiferente ante el sufrimiento de las víctimas en Guanajuato.
El prelado dejó en claro que los testimonios que ha escuchado, hablan de preocupación ante los hechos de sangre.
“Con tristeza digo que a veces nos hemos acostumbrado, y sobre todo si no me toca a mí como que ya me voy salvando”.
“Cada día hay personas, hay familias que se acercan y nos dicen que han sido secuestrados, que han sido torturados, que tuvieron un hermano, un tío, una persona cercana que ha sido criminalizada”, dijo.
El jerarca católico destacó que la violencia no solo genera dolor, sino también indiferencia, y exhortó a los fieles a mantenerse atentos y solidarios con quienes sufren.
Enrique Díaz Díaz insistió en que la situación actual debe mover a la reflexión y a la acción.
“Es la violencia algo que nos debe cuestionar día a día. No es cierto que estemos bien”, acotó.