
En el marco del Día del Padre, el obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, hizo un llamado a los padres de familia a no limitar su papel al de proveedores, sino a involucrarse de manera más cercana y afectiva en la vida de sus hijos.
“Hoy, Día del Padre, es una llamada de atención a los papás, indudablemente que muchos papás son muy responsables, pero a veces los papás nada más se han convertido en proveedores y no en cercanos a los niños y a los jóvenes”, expresó.
El jerarca advirtió que la falta de presencia emocional o física de los padres puede dejar a los menores expuestos a situaciones de riesgo, por lo que pidió estar atentos a cualquier señal de alerta.
Díaz Díaz reconoció que la situación económica ha obligado a muchas familias a que ambos padres trabajen, lo cual puede derivar en que los niños pasen largos periodos solos o al cuidado de otras personas.
“Conozco muchas familias que, por sostener y dar de comer a sus hijos y dar lo necesario para su educación, prácticamente los dejan solos todo el día”, comentó.
El obispo subrayó que la responsabilidad paterna no debe reducirse a lo material, sino que debe incluir acompañamiento, escucha y apoyo emocional constante, especialmente en un contexto social marcado por la violencia y la desintegración familiar.
Frente a esta realidad, llamó a promover estructuras que permitan a los padres equilibrar sus obligaciones laborales con la atención y formación de sus hijos.