
El obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, expresó su dolor ante el hallazgo de una fosa con 17 cuerpos en la comunidad de Rancho Nuevo del Llanito, en Irapuato.
Lamentó que este tipo de hechos sigan ocurriendo no solo en Guanajuato, sino en todo el país, y urgió a que se trabaje no solo en la búsqueda de desaparecidos, sino en construir la paz.
“Ojalá cada día haya más apertura, no sólo a la búsqueda de cuerpos, sino a ir construyendo más la paz”, expresó el obispo.
Señaló que el sufrimiento de las familias de personas desaparecidas es inmenso, pues muchas veces no saben si sus seres queridos están vivos o muertos.
También mencionó que hay consecuencias legales para quienes quedan atrás, especialmente los hijos, quienes no pueden avanzar sin certeza jurídica sobre el paradero de sus padres.
Díaz Díaz llamó a no cerrar los ojos ante esta realidad y a acompañar a las familias que siguen buscando a sus seres queridos.
Pidió a las autoridades asumir su responsabilidad y dar respuestas claras, así como garantizar justicia para las víctimas.