
Enrique Díaz Díaz, obispo de Irapuato, advirtió que la corrupción es uno de los mayores obstáculos para el progreso de los pueblos, afectando tanto al sector público como al privado.
En su mensaje dominical, el prelado comentó que la corrupción se agrava cada días en todos los niveles.
“Está comprobado que uno de los peores enemigos del progreso de nuestros pueblos es la corrupción, el mal uso de los recursos públicos, incluso de los bienes destinados a los más pobres, a los desfavorecidos”, señaló el obispo.
Díaz Díaz indicó que el fenómeno de la corrupción se agrava por la falta de transparencia y de rendición de cuentas hacia la ciudadanía, y en muchas ocasiones se vincula al narcotráfico.
“Esto viene destruyendo el tejido social y económico en regiones enteras”, agregó el prelado.
El obispo recordó que hace algunos años los obispos latinoamericanos reunidos en Aparecida ya advertían sobre este problema.
Por ello, Enrique Díaz destacó que la corrupción en todos los niveles genera impunidad y pone en riesgo la credibilidad de las instituciones públicas, incrementando la desconfianza de la población y el desprecio por la legalidad.
Finalmente, Díaz Díaz advirtió que el desencanto político y democrático crece entre la población, especialmente entre los jóvenes, lo que representa un desafío para la consolidación de la democracia en la región.