Salamanca, Gto. – El sector de eventos sociales en Salamanca enfrenta una crisis devastadora, marcada por la inseguridad que ha provocado la cancelación de más de 50 eventos programados solo para diciembre. Esta situación ha generado una caída del 60% en la actividad y ha dejado sin ingresos a una amplia cadena de prestadores de servicios y sus empleados.

La peor parte la sufre la base laboral más vulnerable: en promedio, cerca de 100 personas se quedan sin trabajo por semana, en su mayoría jóvenes estudiantes que laboran los fines de semana como meseros y cargadores para costear sus estudios.
En entrevista, Santiago Martínez, prestador de servicios y organizador de eventos, señaló que la desconfianza ha obligado a los clientes a buscar seguridad fuera de la ciudad.
»Nosotros buscamos que se queden, pero la gente se va. Van más de 50 eventos cancelados en diciembre. Catorce clientes han buscado hacer sus eventos en municipios de León, San Miguel de Allende y otros más hasta en Querétaro.»
Martínez reiteró que salones de fiestas han tenido que cerrar y otros han sido víctimas de ataques armados, como el reciente incidente en el Salón Rincón de la Virgen, situación que ha creado un ambiente de miedo y un «éxodo» de clientes.
«Hay compañeros que han dejado de dedicarse a esto… Nos encontramos ahora con el nuevo formato en el que ya no extorsionan solamente a los salones, sino también a las personas que van a hacer los eventos.»
El prestador de servicios fue enfático al criticar la postura de la autoridad municipal, a quien acusa de no tomar acciones concretas:
• »Irrealidad» de la autoridad: Acusa al Gobierno Municipal de vivir en la «irrealidad» al minimizar los hechos de violencia.
• Falla en Denuncias: Denunció que el protocolo de denuncia por extorsión es ineficaz, ya que el ciudadano no recibe protección después de reportar, permitiendo que el extorsionador cumpla su cometido.
• Ausencia de Prevención: «No es posible que la autoridad no se dé cuenta que hay grupos que están haciendo eso y que no tomen medidas. Debe haber prevención y debe haber investigación.»
El impacto se siente directamente en la base de la pirámide económica del sector. En un solo evento de 300 personas se emplean al menos 15 meseros, personal de cocina, y equipos de decoración y sonido.
»Nosotros en la empresa… buscamos gente jóvenes, estudiantes que trabajen los fines de semana para que te ayuden con sus estudios. Una de nuestras políticas es: si dejas de estudiar, dejas de trabajar. Y ahora, en promedio por semana se quedan sin trabajo al rededor de 100 personas, en la mayoría estudiantes.»
Martínez concluyó que el sector, que paga impuestos y es altamente productivo, exige una policía preventiva y de investigación que ponga en acción el compromiso de proteger a los ciudadanos, en lugar de minimizarlos.