
La familia Soto Gurrola continúa a la espera de recibir los restos de Isaías, quien desapareció el 8 de noviembre de 2020. Aunque su cuerpo fue localizado por autoridades el 18 de noviembre de ese mismo año, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ) nunca notificó a sus familiares.
A pesar de que existía una ficha de búsqueda vigente y que las autoridades de Durango habían solicitado colaboración, fue hasta este año que, con el apoyo del colectivo Madres Buscadoras de Durango, la familia logró conocer el paradero de Isaías.
El joven duranguense, de tan solo 20 años, permaneció cinco años en una fosa común, sin ser reclamado. Las autoridades zacatecanas nunca notificaron a su homóloga en Durango, mientras sus seres queridos lo seguían buscando con la esperanza de hallarlo con vida.
Isaías había viajado a la comunidad de Chaparrosa, en el municipio de Villa de Cos, Zacatecas, para trabajar como jornalero. Un día dejó de comunicarse con su familia, quienes presentaron denuncias tanto en Zacatecas como en Durango. Sin embargo, no volvieron a Zacatecas por temor.
Fue gracias a la publicación de la ficha de búsqueda por parte del colectivo Madres Buscadoras de Durango que, al asesorar a la familia para solicitar información oficial en Zacatecas, se descubrió que Isaías ya había sido localizado sin vida, identificado y sepultado en una fosa común del panteón de Fresnillo.
Días después, se volvió a publicar su ficha de localización, esta vez con la leyenda: “sin vida”.
Fuente: Milenio || Imagen: Milenio