
El obispo de Irapuato, Enrique Díaz, lamentó la masacre registrada en Pénjamo, en la comunidad, Rancho Nuevo de Potreros.
Dijo en su conferencia de prensa, que la muerte de cinco personas que fueron encontradas en unos cultivos de agave, causó un gran dolor.
En su intervención, el representante de la Iglesia Católica añadió que, ante estos acontecimientos, no podemos quedarnos callados.
“Estoy recibiendo esta noticia, me dicen que una masacre de cinco personas en un campo de agave, a esto le sumamos el 24 de enero que ultimaron a cuatro policías en Celaya, nos llenan de dolor”, añadió.
A decir del obispo de Irapuato, es necesario liberar, rescatar y salir adelante ante estos hechos, pese al gran dolor que causan en el ambiente.