
Un negocio tan duradero debe tener sus secretos para trascender de generación en generación, y en esta ocasión, el negocio más antiguo de Salamanca nos cuenta el suyo.
Fue a finales del siglo XIX cuando un reconocido doctor de Salamanca, el doctor Alberto Flores, abre este establecimiento como consultorio, no se sabe la fecha exacta en que se apertura el local, sin embargo, en el año de 1908 pasa a manos del dentista Francisco Garcilita Vera, un hombre muy respetado en la sociedad salmantina, quien se prepara en la ciudad de México como boticario para atenderlo.
La botica del Señor del Hospital destaca sobre las farmacias en muchos aspectos, pero el más característico es el olor que tiene en su interior, nos remonta a la época en que íbamos con nuestros antepasados a comprar los remedios que se necesitaban en casa, sin duda un olor a mucha historia.
De entre tantos productos que se manejan, se distinguen unos cuantos por su peculiar y única composición y efectividad; tanto que personas de otras ciudades del estado vienen buscando dichos remedios. El éter compuesto para el postparto, la loción de lima para la caída del cabello y la carmelitana como calmante son parte de su repertorio. Las primeras fórmulas son del doctor Garcilita Vera, y a lo largo de su historia han colaborado en ellas muchas empleadas, que además aportaron su sabiduría a las recetas de la botica.
El secreto de su permanencia es el seguir con la tradición, ya que el hecho de contar con los remedios de toda la vida, los que siempre han funcionado y siempre lo harán, hace que la gente busque sus productos por nombre o por padecimiento, y también que hoy en día se suman a las tendencias de belleza con productos orgánicos para el cuidado del pelo y la piel.
Como farmacia siempre han estado conscientes de la calidad y la tradición, eso los ha llevado a que hoy en día hagan envíos a diferentes estados de la república, gracias a sus redes sociales ha sido posible que sigan vigentes y prosperen. Sin duda es un orgullo tener un negocio tan característico de nuestra ciudad y es de presumir su constancia, dedicación y amor por el servicio de sus clientes. Un ejemplo de calidad, experiencia y buen trato.