
Pedro y Marcos Antonio fueron vinculados a proceso penal por su presunta responsabilidad en el homicidio de dos custodios del cereso de León y las lesiones graves causadas a un tercero, en un ataque armado ocurrido el 1 de noviembre de 2024.
Durante la audiencia inicial por orden de aprehensión, ambos imputados permanecieron serios frente al estrado mientras el agente del Ministerio Público expuso los hechos que motivaron la acusación por homicidio calificado contra servidores públicos, así como tentativa de homicidio calificado.
De acuerdo con la narrativa de la Fiscalía, las víctimas se dirigían a sus hogares tras concluir su turno laboral en el centro penitenciario. Viajaban en un mismo vehículo y se detuvieron en una tienda de abarrotes, ubicada en la comunidad de San Francisco del Durán, cuando fueron emboscados por sujetos armados que descendieron de dos vehículos y abrieron fuego con armas largas.
Dos custodios murieron en el lugar; un tercero resultó gravemente herido.
El Ministerio Público presentó pruebas que sustentan la presunta participación de los acusados, mientras que la defensa intentó sostener coartadas mediante declaraciones que, según la Fiscalía, resultaron inconsistentes, contradictorias y sin valor probatorio.
Tras el análisis de los elementos expuestos, el juez resolvió que la Fiscalía aportó datos de prueba suficientes para dictar auto de vinculación a proceso.
Debido al riesgo de fuga, se impuso prisión preventiva justificada como medida cautelar.