
Los comerciantes y usuarios del mercado, Tomasa Estévez, tienen que andar brincando los charcos que se hacen en los pasillos, pues con las recientes lluvias las goteras se han hecho presentes.
«AQUÍ AFUERA DE MI LOCAL, HAY UNA GOTERA GRANDE, YA LE PUSIMOS BOLSAS Y OTRAS COSAS PERO DESPUÉS SALE OTRA, LUEGO NOS ANDA MOJANDO LA MERCANCÍA, O NOS OXIDA LAS CORTINAS DEL NEGOCIO»
Después de cada lluvia que cae en Salamanca, al otro día los comerciantes llegan a hacer limpieza de sus pasillos, incluso de algo de mercancía, temen que en algún momento alguna lámina colapse por el agua estancada.
«HAY LÁMINAS VIEJAS, ALGUNAS SE VEN QUE ALMACENAN EL AGUA DE LA LLUVIA… ¡SI NOS DA TEMOR QUE UN DÍA EL PESO DE AGUA ESTANCADA LA TIRE! CAUSE DAÑOS A LOS LOCALES O QUE LE CAIGA A UNA PERSONA QUE VENGA PASANDO POR AQUÍ, OJALÁ SE DE LA VUELTA EL PRESIDENTE, PORQUE DESPUÉS DE LAS ELECCIONES YA NUNCA LO VIMOS.»
Los locatarios piden que les den mantenimiento a las láminas que se encuentran sobre sus negocios, pues hay temor a que de una gotera pase a algo más grave.
Pero también para los consumidores es un problema, pues tienen que andar esquivando los charcos o goteras.
«CUANDO VENGO AL MERCADO, LUEGO HAY UNOS CHARCOTES DE AGUA, TE ANDAS RESBALANDO, SI DE POR SI TRAES LAS BOLSAS DE TU MANDADO, LUEGO EL CHARCO Y EL PISO RESBALOSO, ANTES NO HA PASADO ALGO MÁS GRAVE»
Es por eso que comerciantes y clientes piden que arreglen esos desperfectos, ya que por ahora son pequeños, temen, se dejen pasar y al tiempo sea algo más grave para el consumidor como para el comerciante.