
En un ambiente distinto al habitual,el centro penitenciario femenil de Valle de Santiago se llenó de colores, globos y sonrisas para celebrar el primer cumpleaños de un bebé que vive con su madre privada de la libertad.
Durante unas horas, la rutina fue reemplazada por un festejo con pastel, piñata y decoraciones, en el que participaron también familiares, creando un momento especial y de convivencia.
La actividad formó parte de las acciones impulsadas por la Dirección General del Sistema Penitenciario, enfocadas en generar espacios que favorezcan el desarrollo infantil y fortalezcan los lazos familiares, incluso en contextos de reclusión.
El evento permitió que madre e hijo compartieran una experiencia significativa, reforzando el vínculo afectivo y brindando al pequeño un entorno de celebración en medio de un escenario que habitualmente está marcado por la disciplina y las normas de seguridad.
Con este tipo de iniciativas, se busca dignificar la infancia y ofrecer momentos de integración que impacten positivamente tanto en los menores como en las mujeres internas.