SALAMANCA, GTO. – Lo que por décadas fue un ritual indispensable para las familias salmantinas —acudir al tianguis navideño por el aroma del heno y el frescor del musgo— hoy se encuentra en una crisis profunda. Comerciantes instalados en la explanada del Solidaridad aseguran que las ventas de estos insumos naturales han caído drásticamente, marcando lo que podría ser el fin de una era para los nacimientos tradicionales.

Tradición vs. Modernidad: El golpe del comercio digital.
Para los vendedores, muchos de ellos provenientes del Estado de México, el panorama es desolador. Señalan que ya no se vive el mismo fervor de antes; las nuevas generaciones están perdiendo el hábito de montar el «Misterio» con elementos naturales.
A este desinterés se suma la competencia tecnológica. «La gente ahora prefiere comprar adornos sintéticos por internet y que se los lleven a la puerta de su casa», lamentó uno de los locatarios. Ante las bajas ventas, varios comerciantes han optado por retirarse prematuramente a sus comunidades de origen, mientras que otros esperan con ansias el cambio de giro hacia la venta de juguetes para las festividades de Navidad y Reyes Magos, con la esperanza de recuperar algo de su inversión.
El factor ecológico: La restricción de SEMARNAT.
Más allá de la economía, existe un factor determinante que ha reducido la oferta: la estricta regulación ambiental. La SEMARNAT ha intensificado la vigilancia sobre la extracción de musgo (colchitas) y heno, debido a su papel crucial en la biodiversidad de los bosques.
Estas plantas no son solo adorno; son protectoras de suelos y ayudan a mantener la humedad del ecosistema. Según las autoridades ambientales:
• Impacto alarmante: Su saqueo desmedido afecta la cadena alimenticia de otras especies y degrada el suelo forestal.
• Clandestinaje: La mayoría de la extracción actual se realiza de manera ilegal, sin permisos de los titulares de los predios, cayendo en el saqueo externo.
• Hacia un comercio regulado
La Ley Forestal Mexicana y la Norma Oficial Mexicana 011 establecen lineamientos claros para el manejo, transporte y venta legal de estos recursos. Sin embargo, en el mercado local, la mayoría de los productos carecen de los sellos de procedencia legal, lo que ha derivado en operativos y una menor disponibilidad del producto para el consumidor final.
»La extracción se tiene que ejecutar mediante un trámite legal, pero la mayoría lo hace de manera ilegal», advierten las autoridades, instando a los comerciantes a regularizarse para evitar sanciones y, sobre todo, para frenar el daño irreversible a los bosques mexicanos.