
El Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, declaró que el país no está preparado para recibir a los migrantes que puedan ser deportados de la Unión Americana, tras las nuevas políticas públicas del presidente Donald Trump.
En su conferencia de prensa, dijo que, de manera estadística, Guanajuato y Michoacán son estados con una gran exportación de migrantes al vecino país del norte, por lo que un regreso masivo sería un grave problema.
“Tanto a la economía, a la sociedad, y cómo atenderlos, qué bueno que se hagan iniciativas para atenderlos, pero los obispos de frontera reconocen que no se puede atender a tanta gente”, dijo.
Enrique Díaz enfatizó que el Papa ha dicho que no se puede olvidar que los migrantes son personas que tienen derechos, pese a tener una estancia ilegal en los Estados Unidos Americanos.
“Nosotros lo hemos vivido con las oleadas de migrantes y con pena tenemos que decir que cuando hay 2 mil migrantes bajo el puente, les llevamos pocas cosas para unos momentos, pero no somos capaces de atender esas oleadas”, añadió.
El líder católico reconoció que, si bien los migrantes deportados regresarían a casa, necesitarían de manera urgente un trabajo y, por ende, dejarían de enviar grandes remesas al país.
“Cuántas familias de nuestras comunidades se sostienen únicamente con los migrantes, lo vemos en estos meses, hay pueblos y comunidades que parecen bien vivos”, finalizó.