SALAMANCA, GTO. – En una jornada marcada por la esperanza pero también por la resistencia, Alma Lilia Tapia, vocera del colectivo «Salamanca Unidos Buscando Desaparecidos», encabezó este 19 de diciembre la acción nacional e internacional denominada «Luces de Esperanza».

La actividad, que se replicó simultáneamente en 38 ciudades de 23 estados de México, así como en Colombia y Estados Unidos, busca visibilizar una «herida abierta» que afecta a más de 130,000 hogares en el país.
Un reclamo directo al Gobierno Federal.
Durante su mensaje, madres buscadoras lanzaron un llamado enérgico a las mujeres que hoy ocupan los cargos con mayor poder de decisión en el país: la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum; la Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez; y la titular de la Fiscalía Ernestina Godoy.
«Apelamos a su humanidad como madres, hermanas e hijas. Pedimos que pongan todos sus esfuerzos para resolver esta problemática, pero siempre de la mano de las familias buscadoras», expresó la vocera.
Crítica a la inacción y criminalización
La activista denunció que, tras más de dos décadas de lucha en diversos casos, el Estado mexicano sigue sin garantizar justicia. Señaló que las familias no solo enfrentan la ausencia de sus seres queridos, sino también:
• Indiferencia y revictimización por parte de las autoridades.
• Falta de coordinación entre dependencias gubernamentales.
• Lucro político con el dolor de las víctimas.
• Normalización de que sean las familias quienes realicen las labores de búsqueda que corresponden al servicio público.
«Luces de Esperanza» en medio del dolor decembrino
Tapia reconoció que la época navideña recrudece el dolor de las familias. Por ello, la dinámica de encender una luz simboliza la resistencia ante la falta de resultados y una petición de paz para el país.
«Esto no es una intervención, es una solicitud de ayuda experta para mejorar la búsqueda e investigación», aclaró, al tiempo que pedía el cese de la violencia que ha robado la tranquilidad de la nación.
La jornada concluyó con el pase de lista de los desaparecidos, donde las madres buscadoras gritaron los nombres de sus familiares al unísono, bajo la consigna: «¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!».