
Rubén Vázquez de la Rosa, dirigente del Comité Pro Mejora del Agro Guanajuatense, alertó sobre la creciente problemática en la zona de Romita, Cuerámaro, Manuel Doblado y León, donde los plantíos de agave, al estar abandonados debido a su baja rentabilidad, podrían generar un daño significativo a la tierra, ya que las piñas en descomposición pueden propiciar la aparición de bacterias y hongos perjudiciales.
Vázquez de la Rosa destacó que estos cultivos, ubicados en laderas y cerros, han contribuido además a la degradación ambiental debido a la tala de árboles y mezquiteras para facilitar la siembra del agave.
“Lo hemos notado en la zona de Romita y sus alrededores, en la zona que colindad con Cuerámaro, Manuel Doblado y León donde hay muchos cultivos abandonados”, comentó.
El dirigente explicó que muchos propietarios de tierras optaron por alquilar sus parcelas a otros agricultores, pero la falta de rentabilidad del agave, ha llevado a estos últimos a desistirse de los trabajos de cultivo.
Ante esta situación, Vázquez de la Rosa hizo un llamado a los dueños de tierras para que tomen acción si sus arrendatarios han dejado de cuidar los plantíos.
“Y desde luego, hacer un llamado, que si no son los propietarios del agave y ven que el rentero no regresó, que tengan cuidado, porque estos van a generar problemas sanitarios en la región. Hay hongos y bacterias que de desarrollan y si no les dan los trabajos necesarios, puede haber problemas de pastizales que no son benéficos”, expresó.
En su momento, el exsecretario de Agricultura de Guanajuato, Paulo Bañuelos, también subrayó el riesgo que representan las piñas en el suelo, las cuales, al descomponerse y liberar azúcares, favorecen la proliferación de plagas como el picudo, que podría acarrear serias consecuencias para las tierras de siembra.