
Uno de los platillos que en estas fechas suele repetirse por varios días en el menú de la casa, es el famoso recalentado, esa comida que sobra después de las cenas navideñas, como lo son la pierna, el pavo, pollo, carne roja entre otros platillos que se acostumbra a cenar.
¿Pero qué tan bueno es comer el recalentado y a los cuántos días es recomendable seguir comiendo?
«Lo recomendable de recalentar la comida es solo una vez y siempre y cuando esté guardada en el refrigerador a la temperatura correcta, en el refrigerador es a 4° y en el congelador a -17». Comentó la chef, Fernanda Gaytan.
Una de las recomendaciones para recalentar toda la comida y estar quemando sus nutrientes, es solo recalentar lo que se va a comer en ese momento, evitando recalentar todo.
«Se aconseja en porciones o sea guardar la comida en porciones en bandejas más chicas no guardar por decir todo el lomo en una sola y lo saco lo caliento y le corto y dejo que se enfríe y lo vuelvo a guardar, este ya una vez cocinado lo que haya sobrado se guarda en recipientes más pequeños se dejen enfriar bien y se guarda tanto en refrigerador o congelador para ir dándole un solo recalentamiento que es el que se recomienda»
También la carne, dentro de los platillos, puede avisar si su estado de ser bueno pasó a perder sus propiedades.
«Si pierde sabor más que nada pierde nutrientes y las propiedades organolépticas que es color sabor olor textura este en cada recalentamiento, pues prácticamente la carne digamos un ejemplo la carne sigue teniendo una cocción aunque también depende de qué tipo de carne sea que cómo se preparó si fue frita horneada este fue a las brasas eh si tiene sal si tiene algún chile, ya que estos son conservadores naturales depende mucho del método de cocción y el método de preparación, pero sí, sí cambia más que nada sus propiedades.»
Una vez que sigas estos pasos para conservar el recalentado, es recomendable de dos a cuatro días, para evitar algún problema estomacal, siempre y cuando también le des el debido cuidado a la comida, como la refrigeración, el no recalentar todo y esperar a que enfríe y volverlo a calentar horas o días después.