
La mañana de este sábado 9 de agosto, en un acto cívico, encabezado por el ayuntamiento salmantino, se conmemoro el aniversario luctuoso de María Tomasa Salvadora Estévez Frías (su nombre de nacimiento), quien fue una mujer histórica y fundamental para la independencia de México en Salamanca.
Tomasa Estévez, nació el 27 de febrero de 1778, en Salamanca, Gto. Mujer de gran hermosura y carácter simpático, fue una joven que vivió en la villa de Salamanca durante el siglo XIX, dentro de una familia de españoles nacidos en tierras mexicanas, hacia el año 1796. Fue hija de don Rufino Estévez López y María Leonarda Frías Acosta.
«Como bien sabemos, el día 23 de septiembre de 1810, cuando escasamente María Tomasa Estévez, como le conocemos de manera tradicional, tenía apenas 14 años. El padre de la patria, Don Miguel Hidalgo y Costilla, llegó a la villa de Salamanca para ganar adeptos, realizando su importante arenga desde el balcón que hoy se localiza en la esquina de la calle Juárez y Albino García. Según se cuenta, María Tomasa, se acercó al líder insurgente y le dirigió unas palabras, mostrando una gran valentía y determinación que la caracterizaba», narró el cronista de Salamanca, Jaime Martínez Razo.
Ante la muchedumbre allí reunida, habló don Miguel Hidalgo, desde el balcón. Destacan de entre la multitud Tomasa Estévez y Salas junto con los salmantinos Andrés Delgado “El Giro” (quien apenas tenía 18 años cuando se presentó ante el cura Hidalgo), Albino García y el Padre Rafael Garcilita, quienes fueron comisionados para conformar el primer frente insurgente, para que como jefes guerrilleros revolucionen por distintas partes del país, con la venia del cura Hidalgo. Como insurgente se dedicó a auxiliar a los enfermos y heridos caídos en la lucha, atraer soldados realistas al bando insurgente.
En una noche tempestuosa del mes de agosto de 1814, cerca del pueblo de Valtierrilla, Salamanca, Tomasa Estévez fue capturada, y un viernes 9 de agosto, fue pasada por las armas.
«Los 3 reos aprendidos en Valtierrilla y como por sus declaraciones, se averiguó que una mujer de esta vecindad ha sido la principal agente en procurar, la deserción de los patriotas que se han verificado en el mes anterior después de ser aprendida y sustanciado. Su proceso mandé que se le pusiera en capilla para que se le aplicase la pena ordinaria, y en castigo de tan enorme delito para escarmiento de todas las de su sexo. La heroica mujer llegó al sitio de fusilamiento con gran entereza. En esa fresca, mañana soplaba el viento y al sentir que este le podía levantar sus ropas», narro el cronista.
La heroína insurgente salmantina Tomasa Estévez, pidió cuatro, después de ser aprehendida por los realistas al mando de Agustín de Iturbide:
· En su primer deseo, pidió que no le dispararan a su bello rostro para que no la desfiguraran.
• En el siguiente de sus deseos, solicitó le llevaran un sacerdote para confesar sus culpas.
• En su tercer deseo, pidió que le vendaran los ojos, para no ver el momento de las armas apuntando hacia ella.
• En su cuarto y último deseo, solicitó que le prendieran con alfileres en todo lo largo y lo ancho de su falda, para que al caer su cuerpo, no se le descubriera ni siquiera el tobillo, y su postura se viera decorosa con toda delicadeza que siempre la distinguió.
Hoy a Tomasa Estévez y Salas, como se le conoce en los libros de historia, fue una heroína salmantina, que a acompañada de Andrés Delagado, Albino García y el Padre Rafael Garcilita, son parte de la historia del México Independiente.