SALAMANCA, GTO. – Como si el tiempo se hubiera detenido, las principales avenidas y sectores comerciales de Salamanca lucieron con una calma inusual este 25 de diciembre. Tras el bullicio de la Nochebuena, la ciudad despertó en silencio, con calles prácticamente vacías y la gran mayoría de los establecimientos con las cortinas abajo.

En un recorrido por los puntos neurálgicos de la ciudad, se pudo constatar el fenómeno del «recalentado» que mantuvo a las familias en sus hogares:
Vialidades en calma.
El Bulevar Faja de Oro, habitualmente el corazón del tráfico local, presentó una afluencia vehicular mínima. Una situación similar se observó en el Bulevar Clouthier, que lució despejado de extremo a extremo. Por su parte, la Zona Centro apenas registró el paso de unos cuantos caminantes, contrastando drásticamente con el caos comercial de apenas 24 horas antes.
Comercio paralizado.
Para quienes decidieron salir a las calles, la búsqueda de alimentos fue una tarea complicada. Los comercios locales de comida, mercados y tiendas de barrio permanecieron cerrados en su totalidad.
• Solo las tiendas de cadena y autoservicio abrieron sus puertas, aunque con una afluencia de clientes muy baja.
• Las plazas comerciales y cines, que suelen ser puntos de reunión, también reportaron un inicio de jornada lento y con pocos visitantes.
• Se espera el «despertar» nocturno.
De acuerdo con la dinámica de años anteriores, se prevé que la actividad urbana comience a reactivarse después de las 19:00 horas. Es en este horario cuando muchos ciudadanos —tras el descanso de los festejos— salen a las calles en busca de la «vieja confiable»: los tradicionales puestos de tacos y cenas que suelen ser los primeros en abrir para cerrar la jornada navideña.
Por ahora, Salamanca disfruta de un respiro de tranquilidad, con un ambiente de paz que solo se vive un par de veces al año.