
El Obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, señaló que el primer año de las administraciones locales ha estado marcado por la violencia, la cual ha afectado a la mayoría de los municipios.
“Comentó que este año ha sido difícil para los alcaldes y para la mayoría de las personas, ya que está la espinita de la inseguridad y la violencia”, afirmó.
En su evaluación, el Obispo destacó la relación que la Diócesis mantiene con los gobiernos locales y reconoció los esfuerzos realizados, aunque indicó que la violencia sigue siendo un obstáculo para percibir avances en la comunidad.
“En general, ha habido relación con nuestra diócesis, con todos los alcaldes, y hemos estado atento a las diferentes propuestas que van haciendo, sin embargo, lo más doloroso para las comunidades en todos los municipios, excepto uno o dos que parece que están más o menos en paz, ha sido la violencia. Y mientras esté la violencia, las otras cosas no se van sintiendo como un avance. Sigue el reto de encontrar seguridad y paz en nuestras comunidades”, sostuvo.
El Obispo concluyó haciendo un llamado a que se mantenga el trabajo conjunto entre autoridades y sociedad para tener mejores resultados.
“Ha sido un año difícil para la mayoría de los alcaldes, pero para la mayoría de nosotros. Entonces, ojalá se siga trabajando. Sí ha habido algunas cosas que han hecho, que van trabajando, y que la sociedad puede ir juzgando. Pero siempre va a quedar la espinita de la inseguridad, de la violencia”, finalizó.