
Tras las masacres registradas en el estado de Guanajuato, el obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, lanzó un llamado directo a los grupos criminales para que abandonen la violencia que ha enlutado a decenas de familias en la región.
El prelado advirtió que la violencia indiscriminada está golpeando especialmente a comunidades pequeñas, donde sus habitantes viven hoy en la incertidumbre y el miedo por los constantes hechos delictivos.
“A estos grupos criminales les exhortamos a la conversión, a un llamado a dejar estas actitudes prepotentes e injustas, que acaban con la vida de personas”, señaló el obispo.
Díaz Díaz enfatizó que todas las muertes representan un dolor, independientemente de si las víctimas estaban relacionadas o no con hechos ilícitos.
“No sé si inocentes o culpables pero que siempre son personas y siempre una muerte nos duele”, expresó.
El obispo se refirió de manera particular a la masacre ocurrida en la comunidad de Las Jícamas, en el municipio de Valle de Santiago, donde siete personas fueron asesinadas en una sola noche.