
La exsecretaria del Sistema Estatal de Seguridad Pública de Guanajuato, Sophia Huett López, arremetió contra los políticos que exigen justicia por los asesinatos de policías, instándolos a conocerlos primero y dejar de culparlos por lo que la política no ha sabido solucionar.
En un mensaje en sus redes sociales, la también esposa del secretario de Seguridad Pública de Guanajuato, Mauro González, pidió a los políticos que se tomen el tiempo de conocer a los agentes de seguridad.
“Los políticos que hoy ‘exigen’ justicia por las muertes de policías: vayan y conózcanles primero. Tómense el tiempo de hablarles a los ojos, de ver qué les pueden aportar en lo personal y en lo institucional. Y dejen de culparles de todo lo que la política no ha sabido solucionar. Lo contrario es demagogia. Buenos días”, escribió en sus redes sociales.
Apenas el 27 de febrero, Sophia Huett dedicó un mensaje a Araceli, la encargada de la Policía de Género en Celaya, quien fue ejecutada ese día. En su publicación, destacó su trabajo, su vocación de servicio y el impacto que tuvo en la atención a víctimas de violencia.
“Lo que más le gustaba de su trabajo era dar atención de primer contacto a las víctimas de violencia y su frustración era no poder hacer más. Decía que una de sus mayores responsabilidades era convencer a las víctimas de recibir atención, especialmente cuando el daño psicológico era mucho”, relató.
Huett describió a Araceli como una persona exigente consigo misma, sentimental pero fuerte cuando era necesario. Recordó que había ingresado a la policía hace más de 18 años por el sueldo, pero con el tiempo encontró en su labor una vocación.
“Aunque ingresó hace más de 18 años a la Policía por el sueldo, le gustó serlo. No había otra opción de vida diferente para ella: volvería a elegir ser policía”, expresó.
También mencionó que Araceli, siendo madre soltera, tenía dos hijos universitarios y era abuela de tres niñas.
Además, compartió un momento difícil en su vida personal: “Una de las decisiones que más le dolieron fue tener que sacrificar a un perrito al que consideraba como un hijo, a causa de una enfermedad”.
El mensaje concluyó con un reconocimiento a su entrega y sacrificio: “A ella fue a quien el crimen mató esta mañana en Celaya. Descansa en paz querida Araceli”.