
A 478 años de su fundación, Irapuato enfrenta grandes desafíos en materia de seguridad y desarrollo urbano, según advirtió el obispo Enrique Díaz Díaz.
En su mensaje, destacó que la violencia sigue siendo una de las principales preocupaciones de la sociedad.
“La inseguridad sigue siendo un reto porque la seguimos percibiendo y la vivimos a cada momento. Creo que las autoridades son conscientes de esta situación”, señaló el obispo, al referirse a los hechos violentos recientes en la región.
Además, hizo hincapié en el crecimiento desordenado de la ciudad y la falta de servicios en muchas colonias, algunas de ellas asentadas de manera irregular.
“Todo requiere mucha atención: salud, agua, comunicación, pavimentación, drenajes. Todas las colonias necesitan esta atención”, afirmó.
Desde su labor pastoral, Díaz Díaz reconoció que la Iglesia también enfrenta dificultades para llegar a ciertas comunidades, no por falta de acceso, sino por la ausencia de capillas y espacios de reunión.
El obispo también hizo un llamado a las autoridades y a la sociedad para garantizar un desarrollo más equitativo en la ciudad.
“Si se embellece el centro de la ciudad, también se debe poner atención a toda la ciudad y sus colonias”, expresó.
Finalmente, lamentó las condiciones de marginación en algunas zonas, donde la falta de servicios básicos es evidente.
“Hay lugares donde no hay caminos, no hay transporte, no hay agua, no hay luz. Y eso sucede aquí, muy cerca de nosotros”, concluyó.