
Durante el vuelo 3041 de Volaris, que cubría la ruta Bajío-Tijuana, un pasajero intentó desviar la aeronave hacia Estados Unidos mediante el uso de la fuerza.
Ante la situación, la tripulación siguió los protocolos de seguridad, desviando el avión al aeropuerto de Guadalajara, donde el pasajero fue puesto a disposición de las autoridades competentes.
Volaris informó que todos los pasajeros, la tripulación y la aeronave se encuentran a salvo.
Los pasajeros afectados continuaron protegidos hacia su destino final tras el incidente.
La aerolínea se constituyó como parte acusadora para garantizar que el responsable enfrente todo el peso de la ley. Además, lamentó los inconvenientes ocasionados y reiteró que la seguridad de sus pasajeros y tripulaciones es su máxima prioridad.