
El obispo Enrique Díaz Díaz externó su postura tras la aprobación de los diputados para la extinción de siete órganos autónomos en México, al señalar que este tipo de decisiones deben estar fundamentadas en la transparencia y el servicio al país, y no en el control político o el aumento de la impunidad.
“La eliminación de estos organismos sería bienvenida si su propósito es generar mayor claridad, transparencia y disminuir la impunidad. Pero, si es una medida orientada al control, entonces me preocuparía mucho”, señaló el obispo.
Subrayó o que cualquier institución, aunque tenga deficiencias, puede perfeccionarse para servir mejor a la sociedad.
El prelado también recurrió a una referencia bíblica al explicar cómo, históricamente, la autoridad puede olvidar su verdadero propósito de servicio y terminar oprimiendo al pueblo.
Para Díaz, esta reflexión no se limita al nivel nacional, sino que se extiende también a los ámbitos municipales y locales.
“Toda autoridad debe ser principalmente un servicio, no un mecanismo que lastime al pueblo”, enfatizó.
La extinción de los órganos autónomos ha generado un amplio debate en el país, entre quienes defienden la decisión como una medida de austeridad y quienes la critican como un retroceso democrático.
Ante ello, el obispo hizo un llamado para que las acciones gubernamentales no se conviertan en instrumentos de control, sino en herramientas que beneficien a la ciudadanía y fortalezcan la justicia social.
Enrique Díaz concluyó que el compromiso con el servicio debe prevalecer en las decisiones políticas, invitando a la reflexión sobre las consecuencias que podría tener la desaparición de estos organismos en la vida pública y en la lucha contra la corrupción e impunidad en México.