
El obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, exhortó a las autoridades y a la sociedad a atacar las causas estructurales de la pobreza, dejando atrás medidas asistencialistas que, según afirmó, solo perpetúan la desigualdad.
Añadió que si las estructuras están produciendo más pobres, hay que analizar qué se debe cambiar para garantizar que todas las personas tengan acceso a la educación, la vivienda y la salud.
“No con dádivas que condicionen, no con migajas, sino con verdadera participación”, enfatizó Díaz Díaz.
El prelado citó al Papa Francisco al señalar que “nadie debe vivir ni aprovecharse de la pobreza”, e hizo una analogía con una fábrica que provoca accidentes.
“Una solución será atender a los heridos, pero lo mejor será buscar las causas que están produciendo tantos heridos”, añadió.
Enrique Díaz Díaz reconoció el esfuerzo de instituciones religiosas y civiles que actualmente ofrecen ayuda inmediata, como la entrega de despensas o medicamentos, pero insistió en que estos apoyos deben acompañarse de acciones para transformar las condiciones sociales. “Los programas son útiles si realmente ayudan a reducir la pobreza y permiten que las personas salgan de su situación de vulnerabilidad”, agregó.
El obispo también destacó la importancia de fomentar una sociedad más participativa y consciente, donde se promuevan políticas públicas con enfoque de justicia y equidad.