
El Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz, se pronunció enérgicamente tras la trágica masacre ocurrida el pasado domingo 9 de junio en León, donde cuatro mujeres y dos niños perdieron la vida a manos de sujetos armados, presuntamente con complicidad de guardias nacionales. En su conferencia de prensa dominical, el prelado afirmó que tales actos no tienen justificación alguna.
«Las sospechas, que no podemos expresar como acusaciones, de omisión por parte de la Guardia Nacional, son muy serias y el presidente de la república ha pedido que se investigue», declaró Díaz.
El obispo señaló su preocupación por lo que parece ser una falta de capacidad de las fuerzas del orden para enfrentar el crimen organizado.
«A veces parece que la Guardia y los cuerpos policiales han sido superados por el crimen y no son suficientes», expresó.
En un tono de advertencia, Díaz mencionó casos en los que expolicías se han unido a las filas del crimen organizado, subrayando la gravedad de esta situación.
«Debemos ser cautelosos con la seguridad que estos cuerpos policiacos están proporcionando. No podemos alcanzar la paz únicamente con represiones o colocando a cada persona bajo vigilancia policial, porque ¿quién protegerá la integridad de esos policías?», cuestionó el obispo.
Además, Enrique Díaz hizo un llamado a retornar a los valores familiares como una forma de combatir los males que aquejan al país.
«Debemos volver a los valores familiares para erradicar estos males tan dolorosos que estamos viviendo», concluyó.